El origen del rapé se remonta a hace mucho tiempo atrás, a mediados del siglo XV. Aunque se llevaba usando miles de años en las selvas del Amazonas, se empezó a popularizar cuando el rey Felipe II, ordenó a su médico que trajera semillas de tabaco de las Américas, para poder plantarlas en España.
Después haber conseguido las semillas de tabaco, las plantó en Toledo donde se empezó a popularizar la inhalación por la nariz entre las élites, siendo catalogado como un bien de alto lujo. También se popularizó en Francia debido a que el embajador francés en Lisboa se lo mandó a la esposa del rey Enrique II de Francia, para tratar las migrañas de si hijo.
Otra historia del origen del rapé data del segundo viaje por las Antillas de Cristóbal Colón, siendo recogidas las semillas de tabaco por el religioso fray Ramón Pané (fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Rap%C3%A9#Historia)
Popularización del rapé
En el siglo XVIII y XIX ya se había extendido entre la aristocracia europea. Aunque en Internet suelen abundar muchas leyendas, y siendo difícil darle credibilidad a todo, se rumoreaba que Napoleón viajaba con una caja que contenía rapé. Más información en: https://www.elmundo.es/f5/comparte/2018/01/08/5a4d2f2922601df1678b4687.html
El rapé se fue extendiendo poco a poco entre toda la alta sociedad en el siglo XV. Según se iba popularizando entre la aristocracia, también fue llegando a las clases bajas.
A día de hoy, se trata de un producto consumido en todo el mundo, siendo su principal productor, Brasil, dado que es aquí de donde procede la mayor parte del rapé consumido en Europa, sobre todo en España e Inglaterra.
Su uso más común es como un chute extra de cafeína, que ayuda a activarse al instante y ayuda a limpiar la mucosidad del sistema respiratorio. Dependiendo de la mezcla de plantas y hierbas que lleve el rapé, el efecto y la fuerza será diferente, por lo que los efectos en personas sin experiencia, al menos al principio, pueden ser bastante fuertes o incluso, desagradables.